miércoles, 23 de octubre de 2013

El Cambio Climático




No hay tiempo para escepticismos.

Alex Darío Rivera M.

Un tema de trascendental vigencia y vital importancia que ejerce un contundente consenso científico, es que el clima global se está alterando significativamente, esto como resultado del aumento de concentraciones de gases invernadero tales como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos producidos por procesos naturales, pero aún más insidioso, los que produce el propio ser humano. Según estos científicos, esa concentración de gases está atrapando una porción creciente de radiación infrarroja terrestre y se espera que hagan aumentar la temperatura planetaria entre 1,5 y 4,5 °C. en consecuencia como un mecanismo de reacción natural, se supone que los índices de precipitación global, también se alteren.

Relacionados a estos cambios que se vislumbran, se generarán profundas alteraciones en los ecosistemas globales. Rigurosas investigaciones sugieren que los rangos de especies arbóreas, podrán variar significativamente como resultado del cambio climático global. Pese a que los cambios climáticos se perciben y parecen inminentes, existe aún incertidumbre con respecto a las implicaciones del cambio climático global y las respuestas de los ecosistemas, que a su vez, pueden traducirse en desequilibrios económicos, la gran preocupación de los países ricos.

Con respecto al impacto directo sobre los seres humanos, se puede incluir la expansión del área de enfermedades infecciosas tropicales, inundaciones de terrenos costeros y ciudades, tormentas más intensas, la extinción de incontables especies de plantas y animales, fracasos en cultivos en áreas vulnerables, aumento de sequías, etc. Estos problemas han llevado a una reacción gubernamental mundial, se ha expresado en numerosos estudios y conferencias, incluyendo tratados enfocados a enfrentar y en lo posible solucionar la crisis, pero ello, no ha significado un cambio concreto en la lógica voraz del capitalismo y en la errónea visión infinita del desarrollo y de los recursos naturales.
Desde nuestra perspectiva de países en “vías de desarrollo”, entre comillas porque es un término desacertado y falaz partiendo de que las condiciones de desarrollo en nuestro países no mejoran sustancialmente, la contradicción es enorme, la mayor parte de la emanación de gases invernaderos son consecuencia del desarrollo industrial de los países ricos, quienes desde la lógica del capital, han subordinado a la naturaleza a su servicio transformando recursos naturales en productos y servicios.
Esa equivocada percepción de creernos los amos y señores de la naturaleza, de ponerla a nuestro completo servicio, es la que ha provocado un profundo desequilibrio, es más, los seres humanos nos ubicamos sobre la naturaleza y no percibimos que somos parte de ella; esa visión que escinde al ser humano de su entorno, es una óptica occidentalizada, contraria a la visión de nuestros antepasados, que consideraban al universo como unidad y a ellos –el ser humano- como una parte más de esa totalidad, concientes que los daños que pudiese tener su entorno, irremediablemente incidiría en ellos mismos.
Actualmente a nivel mundial la contradicción es enorme, mientras se emiten políticas internacionales de preservación por parte de los países poderosos, simultáneamente promueven la explotación en gran escala de los bosques, minería a cielo abierto, aprovechamiento irracional de los combustibles fósiles, empresas de guerra y destrucción; esa incoherencia, nos preocupa en el sentido que nosotros solo somos meros espectadores en este problema que para muchos países sigue siendo un juego de dos caras.
Todos sabemos de una manera u otra, que es pertinente y necesario manifestar que el Cambio Climático Global es un hecho, aunque existen escépticos, no representan de manera alguna un grupo mayoritario. El Cambio Climático Global, por otro lado, ha dejado muy clara la globalización de los problemas ambientales, es imposible e inútil enfrentar uno de los problemas más apremiantes en la temática ambiental si no es una empresa que involucre a todas las naciones, en esta instancia, nuestros países aún no tienen ninguna incidencia, seguimos siendo un basurero de desperdicios (ropa, vehículos, baterías, medicamentos caducados, muebles viejos, depósitos tóxicos, etc.) de los países ricos. Pero una de las mayores preocupaciones de los gobiernos ricos y que ha propiciado su reacción ante esta amenaza cada vez más cercana, es porque las alteraciones climáticas graves podrán colocar sus economías en peligro.
La presión poblacional y de desarrollo asumida por las naciones más desarrolladas junto con las naciones en vías de desarrollo en menor escala, colocan una presión cada vez mayor sobre los recursos naturales y los sistemas ambientales terrestres. En la actualidad las capacidades autorreguladoras de la atmósfera están siendo llevadas a sus límites y según muchos, las hemos sobrepasado. No es sana política, para la humanidad, dejar la búsqueda de soluciones para el futuro o para cuando se hagan fuertemente necesarias. La atmósfera y los procesos que mantienen sus características no reaccionan rápidamente en relación a los períodos humanos. En este sentido, encontrar soluciones a los problemas del adelgazamiento de la Capa de Ozono, al Calentamiento Global, a las alteraciones climáticas devastadoras, no son cuestión de años, ni siquiera décadas.
Por otra parte y buscando finalizar, es propicio enunciar que en un país tan pobre como el nuestro, donde la población está más preocupada por resolver sus necesidades inmediatas (comida, medicina, techo, ropa, celular, coca cola, churros y moda, etc.), la perspectiva de mañana no existe, por lo que no es fácil hablar de protección del medio ambiente por muchas razones; la primera es que en el área rural la supervivencia de las personas es una dependencia completa de los recursos naturales (leña, madera, agua, producción de autosubsistencia en el mejor de los casos) y, segundo, no se han concretizado políticas para estimular la preservación de los recursos naturales. Esta carencia de oportunidades son estimulantes para el incremento del fenómeno migratorio aseverando los cordones de miseria en las áreas urbanas que –de igual manera- desencadenan impactos ambientales.
A manera de epílogo, el momento de tomar acciones es hoy, pero gran parte de los logros concretos para revertir el cambio climático será posible si el capitalismo revierte –también- su afán de incrementar su riqueza a cualquier precio; cierro con las sabias palabras de Ghandi: “En este mundo hay lo suficiente para cubrir las necesidades de todos, pero no para cubrir la ambición de unos pocos”.

*Alex Darío Rivera M. Catedrático y escritor.

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