*Alex Darío Rivera M.
“el puente entre este hoy
y ese mañana que queremos…
se llama educación”
José Alberto Mujica (Pepe Mujica)
Ante
la amenaza neoliberal de privatizar los servicios públicos y la necesidad de
tomar consciencia y postura frente a este deshumanizante sistema, el Sindicato
de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares (SITRAMEDHYS), el más
numeroso de Honduras y uno de los más importantes de Centroamérica, ha apostado
por iniciar con un proceso de formación política e ideológica mediante el
establecimiento de la Escuela de Formación de Líderes y el desarrollo de
talleres a nivel local a fin de sensibilizar a las bases en relación al
impostergable “resistir” para salvaguardar el sistema de salud pública, la vida
de las organizaciones de trabajadores (as) de la salud, sus derechos laborales
y las propias instancias de previsión social. La Escuela de Formación de
Líderes alberga más de veinte estudiantes de diferentes seccionales del país,
desde ese espacio, se consolida un programa educativo que prioriza su
concientización a partir de clarificar y comprender críticamente los escenarios políticos, económicos,
sociales, ideológicos y culturales por los que transita la cotidianidad hondureña.
Estos líderes en formación, asumen la responsabilidad solidaria de llevar a las
bases esta dinámica educativa con el propósito de que sus frutos trasciendan
hasta delirar con ese mañana en el que los sindicalistas asuman una consciencia
de clase, de su rol histórico en los procesos de transformación social e
interpreten la lógica voraz del capitalismo y su permanente contradicción con
los intereses de la clase trabajadora. La semana anterior, se me invitó para
desarrollar dos talleres de capacitación con algunas filiales de Juticalpa y
Catacamas en el departamento de Olancho y otras del área metropolitana. La
temática abordada se enmarcó en la comprensión del proceso denominado
“Globalización”, los grupos de poder detrás de la búsqueda de consolidar ese
“nuevo” orden mundial al seno del modelo capitalista, asimismo, se discutió a
nivel de detalle el paradigma económico neoliberal aplicado a los países “poco
industrializados” (periféricos) mediante los Programas de Ajuste Estructural
promovidos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Desde esta
perspectiva se analizó el embate que dicho modelo genera en aspectos sociales,
económicos, morales, éticos y culturales que ha propiciado la deshumanización
en el sentido proporcional que el ser humano se materializa. Según el
testimonio recogido en los talleres, muchos de los participantes sindicales
aseguran percibir una tendencia de la Junta Directiva Central del sindicato
para reorientar su atención hacia las bases, en mi opinión personal, nada más
acertado, puesto que tradicionalmente estas instancias han sido apreciadas como
“élites” al asumir distancia con los sectores que dicen representar, muchas
veces, alejados de la problemática concreta de los mismos. En este escenario
amenazante y “artificioso” del neoliberalismo que se vio favorecido con el
golpe de Estado del 2009, que en cumplimiento de sus objetivos de
“gobernabilidad” ha fortalecido y/o entrenado la -no reciente- tradición de la
sociedad hondureña de “agachar” obedientemente (ignorantemente, a veces) la
cabeza ante los desmanes de la política vernácula; con los “tales” procesos
descentralizadores que en algunas comunidades olanchanas han entregado los
servicios de salud a organizaciones no gubernamentales; con funcionarios
públicos “tarifados” para lograr los objetivos de los organismos
internacionales de crédito; con millonarias “inversiones” en una amplia red
mediática para fabricar las “bondades” mentirosas del proceso, acción a cargo
de los medios de (des)información pública; con una fragmentada organización que
el sistema ha heredado a los trabajadores de la salud abrigados en diversos
sectores que ha favorecido la dispersión, despolitización y desmovilización en
contra de los objetivos comunes que los debe vincular (Recomendó Maquiavelo);
con áreas de la salud privatizadas en algunos centros de asistencia (cocina,
vigilancia, laboratorios y posiblemente farmacias), ante esa adversidades, son
mecanismos de defensa obligados el reestructurar, formar y consolidar los
afiliados para defender no solamente sus derechos laborales, sino más allá,
fortalecer un sistema de salud público que garantice el cumplimiento de ese
derecho a la población empobrecida o marginal. El camino no es fácil, en
realidad, nunca lo ha sido, pero parece ser que la precariedad social generada
por ese añejo sistema bipartidista en contubernio con intereses imperiales ha
colmado de desamparo e indignación a la sociedad hondureña, solamente aquellos
que asumen portes “clientelistas” con el Estado, parecen seguir haciéndose de
la vista gorda, para bien y alimentando la esperanza, al parecer cada vez son
menos.
*Alex Darío Rivera M.
Educador y escritor. Autor de los libros: Introspecciones Extintas, Desde los
balcones y De fugas y acechanzas. Email: alexdesantabarbara@yahoo.com
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