miércoles, 23 de octubre de 2013

SITRAMEDHYS, apuesta por la formación de sus afiliados.



*Alex Darío Rivera M.
“el puente entre este hoy
y ese mañana que queremos…
se llama educación”
José Alberto Mujica (Pepe Mujica)

Ante la amenaza neoliberal de privatizar los servicios públicos y la necesidad de tomar consciencia y postura frente a este deshumanizante sistema, el Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares (SITRAMEDHYS), el más numeroso de Honduras y uno de los más importantes de Centroamérica, ha apostado por iniciar con un proceso de formación política e ideológica mediante el establecimiento de la Escuela de Formación de Líderes y el desarrollo de talleres a nivel local a fin de sensibilizar a las bases en relación al impostergable “resistir” para salvaguardar el sistema de salud pública, la vida de las organizaciones de trabajadores (as) de la salud, sus derechos laborales y las propias instancias de previsión social. La Escuela de Formación de Líderes alberga más de veinte estudiantes de diferentes seccionales del país, desde ese espacio, se consolida un programa educativo que prioriza su concientización a partir de clarificar y comprender críticamente  los escenarios políticos, económicos, sociales, ideológicos y culturales por los que transita la cotidianidad hondureña. Estos líderes en formación, asumen la responsabilidad solidaria de llevar a las bases esta dinámica educativa con el propósito de que sus frutos trasciendan hasta delirar con ese mañana en el que los sindicalistas asuman una consciencia de clase, de su rol histórico en los procesos de transformación social e interpreten la lógica voraz del capitalismo y su permanente contradicción con los intereses de la clase trabajadora. La semana anterior, se me invitó para desarrollar dos talleres de capacitación con algunas filiales de Juticalpa y Catacamas en el departamento de Olancho y otras del área metropolitana. La temática abordada se enmarcó en la comprensión del proceso denominado “Globalización”, los grupos de poder detrás de la búsqueda de consolidar ese “nuevo” orden mundial al seno del modelo capitalista, asimismo, se discutió a nivel de detalle el paradigma económico neoliberal aplicado a los países “poco industrializados” (periféricos) mediante los Programas de Ajuste Estructural promovidos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Desde esta perspectiva se analizó el embate que dicho modelo genera en aspectos sociales, económicos, morales, éticos y culturales que ha propiciado la deshumanización en el sentido proporcional que el ser humano se materializa. Según el testimonio recogido en los talleres, muchos de los participantes sindicales aseguran percibir una tendencia de la Junta Directiva Central del sindicato para reorientar su atención hacia las bases, en mi opinión personal, nada más acertado, puesto que tradicionalmente estas instancias han sido apreciadas como “élites” al asumir distancia con los sectores que dicen representar, muchas veces, alejados de la problemática concreta de los mismos. En este escenario amenazante y “artificioso” del neoliberalismo que se vio favorecido con el golpe de Estado del 2009, que en cumplimiento de sus objetivos de “gobernabilidad” ha fortalecido y/o entrenado la -no reciente- tradición de la sociedad hondureña de “agachar” obedientemente (ignorantemente, a veces) la cabeza ante los desmanes de la política vernácula; con los “tales” procesos descentralizadores que en algunas comunidades olanchanas han entregado los servicios de salud a organizaciones no gubernamentales; con funcionarios públicos “tarifados” para lograr los objetivos de los organismos internacionales de crédito; con millonarias “inversiones” en una amplia red mediática para fabricar las “bondades” mentirosas del proceso, acción a cargo de los medios de (des)información pública; con una fragmentada organización que el sistema ha heredado a los trabajadores de la salud abrigados en diversos sectores que ha favorecido la dispersión, despolitización y desmovilización en contra de los objetivos comunes que los debe vincular (Recomendó Maquiavelo); con áreas de la salud privatizadas en algunos centros de asistencia (cocina, vigilancia, laboratorios y posiblemente farmacias), ante esa adversidades, son mecanismos de defensa obligados el reestructurar, formar y consolidar los afiliados para defender no solamente sus derechos laborales, sino más allá, fortalecer un sistema de salud público que garantice el cumplimiento de ese derecho a la población empobrecida o marginal. El camino no es fácil, en realidad, nunca lo ha sido, pero parece ser que la precariedad social generada por ese añejo sistema bipartidista en contubernio con intereses imperiales ha colmado de desamparo e indignación a la sociedad hondureña, solamente aquellos que asumen portes “clientelistas” con el Estado, parecen seguir haciéndose de la vista gorda, para bien y alimentando la esperanza, al parecer cada vez son menos.

*Alex Darío Rivera M. Educador y escritor. Autor de los libros: Introspecciones Extintas, Desde los balcones y De fugas y acechanzas. Email: alexdesantabarbara@yahoo.com

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