miércoles, 23 de octubre de 2013

Espejismos e Ilusiones*, visión estética oscilando entre lo Apolíneo y lo Dionisíaco




* Alex Darío Rivera M.

La muestra de arte digital del artista santabarbarense Héctor Romero, denominada “Espejismos e Ilusiones”, en su bondad estética, engloba una serie de disciplinas creativas en las que se convoca el uso de herramientas tecnológicas digitales y su manejo técnico y a la vez, esa propensión exquisita y ardorosa del autor por los elementos de composición artística. Técnica y arte retozando en una relación mimosa, en una convergencia cargada de paradojas y antagonismos entre líneas y curvas, claros y oscuros, reflejos y sombras, fotografías y fotoshop, realidades y fantasías, espejismos e ilusiones, donde el sentido mental de lo que denominamos “real” se pone en entredicho, escenarios visuales donde esa verdad aparente, solo abre la posibilidad para que sea eso: una apariencia; una apariencia, que no obstante, no niega esa insinuación de lo “real” a lo que seguimos aferrándonos en esa dimensión divina que albergamos los humanos.
Cada imagen es una propuesta poética, donde lo más importante -no solamente- es el colorido de una imagen, ni los sujetos u objetos que lo habitan, sino los presentimientos a los cuales nos conducen los tonos blancos y negros y sepias mayormente preponderantes en la muestra, asimismo, esa sensación de una espiritualidad mística a la que nos invita esa evocación histórica de la cosmovisión prehispánica en la que asumimos esa lectura holística de que los seres humanos, estamos en la ineludible obligatoriedad de romper con ese mezquino antropocentrismo de “creernos” los dueños de cuanto existe, para comprender que somos solo un elemento más en la existencia del todo, en ese sentido, esta muestra es holística y totalizadora que se manifiesta en sus celajes grises, estrellados, amenazantes de lluvia, pero de igual manera, esperanzadores para el campesino que espera con ella, la ilusión de que la simiente germine, nutra y alimente. Siempre en cuanto al contenido, la muestra no desestima la injusticia y la desigualdad humana fortalecida desde este desastroso sistema imperante, sino que asume un carácter de denuncia al retratar la pobreza, pero no desde esa visión lastimera y caritativa, sino desde una dimensión solidaria, donde el artista no se posiciona sobre el sujeto, sino que lo acompaña a su lado, desde esa lectura que linda con lo bello, con lo esperanzador, con lo humano. No puedo dejar de lado, el hecho de que este trabajo atisba esa característica sincrética de los que habitamos esta tierra allende al río Ulúa, al dejar testimonio del patrimonio arquitectónico de la región, en la que sin hiperbolizar el mensaje, se pone en relieve el desdén y el abandono del mismo, se indaga en ese “ayer” las explicaciones que nos permitan comprender este “hoy” y buscar la posibilidad de un “mañana”.
De “Espejismos e Ilusiones” nos susurra al ojo, el arte digital de Romero. En esa propuesta, como en el cine barroco, el espejo es una ilusión eminente, de manera particular no el espejo como objeto, sino el espejismo como efecto visual con su capacidad de crear repeticiones y dobles y, su función de reflejar realidades e ilusiones que en ese sentido de reflejar lo aparente, pone al descubierto “la mentira”, no la “mentira” en el sentido estricto y literal de la palabra, sino como aseveración de un mundo que desde lo que consideramos como “verdad”, no existe.  Pero también es interesante detenernos en el último aspecto del nombre de la muestra relacionado con las ilusiones, acerca de ellas, llego a coincidir con una de las más trascendentes tesis freudianas de que las obras de arte, más allá de nutrirse de la riqueza vivencial humana del artista, buscan satisfacer esos deseos no satisfechos del artista; en palabras menos complejas: no es el mundo objetivo el que plasma Romero, sino, su mundo soñado. Soñado por él y que en su bondad comparte con otros, con nosotros, con los otros.
Al referirnos que la visión estética de “Espejismos e Ilusiones” no es más que un péndulo que oscila entre apolíneo y dionisíaco, es un asunto meramente analógico, como el nombre mismo de la obra del artista. En ese tópico, considero que este trabajo artístico, es Apolíneo, en el sentido que éste, dentro de la mitología griega, es el dios que simboliza la belleza, la medida, el canon, la regla, la manifestación acabada que presenta el arte figurativo y que proporciona sentido estético. En este trabajo, en este sentido de lo apolíneo, creo firmemente que ese elemento es aportado por la fotografía recogida desde un click del disparador de la cámara, en el que el artista asume los ideales de la mesura, el equilibrio y la racionalidad. No obstante, el trabajo artístico de Héctor Romero, lo asocio con el –también- dios griego Dionisios, al encontrar en él, las características de dicha deidad helena como la alegría desbordante de vivir, el “desorden”, el caos, lo activo anteponiéndose a lo estático, lo irracional e instintivo de nuestra natura soslayando la razón y la lógica, esto último, incorporado desde otro click, ahora desde ese sonido onomatopéyico del mouse de su computador. 
 
* “Espejismos e Ilusiones”, nombre de la Exposición de Arte Digital que presentará el artista santabarbarense Héctor Romero hoy 03 de diciembre en la Casa de la Cultura de Santa Bárbara, en el marco de la celebración de la Feria Patronal.

*Alex Darío Rivera M. Catedrático y escritor. Email. alexdesantabarbara@yahoo.com

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